La evolución innovadora de Papier-Maché inspirador de la impresión digital

Papier-mâché siendo un material con origen en la producción de papel maché, hoy es un material completamente nuevo: un compuesto de un micro-papel fuerte, duradero e increíblemente ligero.
La empresa que lo manufactura es Paper Factor, una empresa familiar que durante los últimos cuarenta años ha estado andando entre el campo de la restauración y hoy en el del diseño. La orientación innovadora de “papier-mâché” surge como proyecto puramente hecho en Italia, aunque su plan de negocios ha estado compartido entre Estados Unidos e Italia. Paper Factor es originaria de Lecce, inspirada en la tradición artesanal de una de las regiones más creativas del sur de Italia. En ella, Lidiana Miotto, fundadora del Centro de Restauración del Papel en Lecce, desarrolló esta composición de papel que, probado científicamente por la Università del Salento, fue utilizado durante más de 35 años en las técnicas de restauración. Actualmente, Riccardo Cavaciocchi ha llevado esta formulación de papel al campo del diseño de interiores y arquitectura contemporáneos, desarrollando nuevos métodos y técnicas de producción que ponen a Paper Factor a la vanguardia de los materiales del futuro.
Colección Paper

Papier-mâché es un producto patentado hace más de tres años, por lo que Paper Factor es hoy un proyecto real. Se han desarrollado nuevos métodos y técnicas para la producción, y en la actualidad se está empezando a trabajar con nanotecnología. Es un proceso innovador que responde a la búsqueda, en el mundo del diseño y la arquitectura, de nuevas técnicas de fabricación y nuevas formas de expresión.
Además de ser fuerte, duradero e increíblemente ligero, este nuevo material también es flexible y maleable. Y estas propiedades permiten crear una variedad potencialmente infinita de patrones. Papier-mâché se puede modelar en muchos formatos y combinaciones 2D o 3D, desde grandes paneles hasta pequeños módulos ensamblados como mosaicos, de modo que tiene un potencial muy interesante a la hora de recubrir superficies tanto verticales como horizontales: techos y muebles.

Puede generar superficies lunares o pieles lisas susceptibles a las más mínimas imperfecciones. Puede lograr patrones que son una reminiscencia del mármol, piedra y madera. Puede recuperar la antigua técnica de intarsia (técnica de tejido y de carpintería para crear patrones con múltiples colores, donde los campos de diferentes colores y materiales parecen incrustados unos en otros, encajados como un rompecabezas) y jugar con la «cadencia» más o menos densa, continua o interrumpida de los surcos de piedra. La acción de nivelación mediante un pantógrafo actúa sobre el material, se estira a mano y luego se seca, lo que genera juegos estéticos inusuales y fascinantes. El impasto se trabaja con pigmentos naturales, se presiona cuidadosamente a mano en moldes obtenidos de soportes digitales y se seca lentamente en una cámara de secado especial, un prototipo especialmente diseñado que permite la producción a gran escala sin dejar de respetar la excelencia artesanal. Los productos secos son recortados, calibrados y pulidos con máquinas manuales y CNC.

Este nuevo material en la actual tendencia vintage y con el resurgimiento de los recubrimientos murales en base al papel, pone en vigencia otra manera de trabajar gráficamente las superficies del papel, el papel jaspeado, también conocido como papel marmoleado o papel de aguas, que se elabora mediante una técnica gráfica consistente en colorear hojas de papel poniéndolas en contacto con pigmentos que se encuentran flotando en agua.

Se ha utilizado tradicionalmente para decorar las hojas de guarda en encuadernación. Es menos usual su uso para decorar tapas y cortes.

Las primeras descripciones de su existencia provienen de viajeros europeos que visitaron Turquía, Persia y Oriente próximo a mediados del siglo XV y principios del XVI.

Y muchos y diversos han sido los motivos gráficos que se han podido desarrollar y que han caracterizado este territorio. Es un proceso en el que influyen la viscosidad del líquido usado como soporte, su tensión superficial, capilaridad, tipo de papel, composición y espesor de las pinturas… no menos que la habilidad técnica y artística del artesano que crea cada papel, que es único, pues es imposible hacer una réplica exacta. Conclusión. En un escenario donde el valor y sensibilización grafica de las superficies en muebles, en objetos, en interiorismo y arquitectura se radicaliza, la impresión digital y la tecnología Virtual Melt pueden abordar el desarrollo de grafismos dentro de múltiples tendencias y opciones. Tanto los aspectos gráficos de la fenomenología del “Papier-mâché” y de “Papel de aguas”, son universos que impresos mediante la tecnología digital Virtual Melt, incrementarían el valor y calidad de las superficies.