El objetivo principal de un tinte en el proceso de aplicación de las lacas para la madera es el de modificar el color natural de la madera. Aunque también hay otros objetivos que podemos conseguir cuando tintamos las maderas, son los siguientes:
Realzar características particulares de la madera. Normalmente para conseguir este tipo de efecto se suelen utilizar tintes con un secado medio-lento, para que penetre bien el color en la madera y haga la diferencia de contrastes.
Aumentar la vistosidad con las lacas catalizadas, barnices o lacas en las maderas más comunes. Es muy común la utilización de maderas comunes y tintarlas con el color deseado para que parezcan que son de mayor valor.
Imitar tonos de maderas más caras o difíciles de conseguir.
Disimular defectos de la madera. Suele utilizarse tintes al disolvente de rápida evaporación que igual bien la madera y quedan en superficie disimulando el defecto inicial que pueda tener la madera.
Según el vehículo utilizado en su formulación podemos clasificarlos en:
Tintes D (al solvente), Tintes H (hidro alcohólicos), Tintes E (Electrostáticos), Tintentonadores (solvente+ligante), Tintes U (Concentrados).